Una de las dudas más habituales para los que están interesados en contratar un seguro de vida consiste en su precio. Existen varios factores que determinan el precio final de la póliza. Con este artículo resolveremos todas las dudas relativas a esta cuestión.
A la hora de contratar un seguro de vida, se necesita tener en consideración una serie de detalles para fijar el precio de la cuota mensual o anual. Haciendo un repaso a los datos principales que se exigen a la hora de solicitar una póliza, estas son las claves a tener en cuenta:
Edad del asegurado
La fecha de nacimiento es un factor capital a la hora de fijar el precio de un seguro de vida. Se trata de un dato que determina la esperanza de vida del asegurado y sirve de pauta a la compañía aseguradora a la hora de dar fijar el precio.
Cuanto más joven sea el asegurado, más esperanza de vida se estima y más barata resultará la póliza; cuanta más edad tenga, mayor riesgo implica para la aseguradora y por tanto, se encarecerá el precio del seguro.
Capital a asegurar
Todas las compañías solicitan una cifra de dinero para fijar una cuantía de capital a asegurar. Un número orientativo para calcular esta cifra se basa en multiplicar por cinco el salario anual neto. Esta referencia se asocia a la idea de que cinco años es el plazo mínimo por el que las personas que dependen económicamente del asegurado pueden adaptarse a una nueva situación vital.
Si la cantidad asegurada cubre el período de un lustro, muy probablemente los beneficiarios del seguro hayan tenido margen para adaptarse a ese nuevo panorama. Obviamente, cuanto mayor sea el período a asegurar (diez o quince años, en lugar de cinco), más seguridad económica ofrecerá a los beneficiarios.
Beneficiarios del seguro
Otro aspecto muy importante, ya que los beneficiarios son la figura que percibirá la cobertura económica del seguro de vida. Por lo general, estos suelen ser los miembros de un núcleo familiar (pareja e hijos). Cuanto más jóvenes sean los hijos y más dependencia económica tengan -como por ejemplo, la necesidad de costear unos estudios-, mayor capital a asegurar se debe contemplar.
Profesión del asegurado
Dependiendo de la actividad profesional que ejerza el asegurado, la cuota del seguro puede incrementarse. Existen ciertas actividades que entrañan más riesgos laborales que otras, y esto repercute en el precio final. Un bombero o un empleado de un cuerpo de seguridad tendrá a priori una cuota más elevada que un abogado o un administrativo.
Estado de salud del asegurado
Una condición indispensable para muchas aseguradoras es la de tener un buen estado de salud en el momento en el que se firma el contrato. En algunas ocasiones, se hace necesario cumplimentar un cuestionario médico o incluso someterse a un reconocimiento para tener un certificado oficial.
Teniendo en cuenta todos estos factores, está en manos del futuro asegurado decidir qué tipo de seguro de vida le interesa. Por lo general, las compañías aseguradoras solicitan completar un breve formulario para hacer una estimación inicial del precio de la póliza. Los datos principales atañen a la edad del asegurado y el capital que está interesado en asegurar.