Contratar un seguro de vida con la hipoteca es prácticamente imprescindible a la hora de acceder a un préstamo y, si lo escogemos bien, puede aportarnos muchas ventajas añadidas. En esta entrada te damos las 6 claves a la hora de contratar un seguro de vida hipotecario.
Pese a que la ley no nos obliga a contratar un seguro de vida con la hipoteca, la gran mayoría de entidades bancarias lo exigen como requisito indispensable para que se nos conceda el préstamo. Así que aunque en la teoría legal no sea obligatorio, en la práctica sí lo es.
Pero contratar un seguro de vida con nuestra hipoteca tiene algunas ventajas adicionales, por lo que es muy aconsejable que compares los seguros de vida que hay en el mercado para dar con el que más beneficios te pueda aportar según tus necesidades y tu situación económica.
Las 6 claves antes de contratar tu seguro de vida hipotecario
La legislación vigente te permite hacer una comparación de seguros para escoger el que más se adapte a tus necesidades. Para escoger un seguro de vida que vaya con tu hipoteca, te recomendamos que tengas en cuenta estos 6 aspectos:
1. Estudia las consecuencias de dar de baja un seguro de vida con la hipoteca
Mucha gente se pregunta si se puede dar de baja un seguro de vida una vez ha sido concedida la hipoteca. Y la respuesta es que sí. Puedes dar de baja tu seguro después de tener tu hipoteca, pero tendrás que conocer bien las consecuencias, ya que las condiciones de la misma cambiarán. El mayor impacto lo notarás en los interesas: infórmate y conoce cuánto subirán los impuestos de tu hipoteca si cancelas tu seguro de vida y estudia si merece la pena.
2. Comprueba si el pago se realiza con una prima única o en mensualidades
Muchas entidades bancarias incluyen un seguro de vida cuyo pago se realiza con una prima única. Si el seguro se paga con una prima única, se juntan todas las mensualidades y se pagan añadiéndolas a la hipoteca. La razón detrás de esta práctica es que los clientes no cambien su seguro de vida hipotecario. Al tener una prima única, no se puede cambiar de compañía aseguradora porque el pago se efectúa de una sola vez con la misma hipoteca.
3. Define de qué se beneficia el banco
Cuando contratamos un seguro de vida para la hipoteca, el banco es el principal beneficiario del seguro, ya que en caso de deceso o invalidez, se le abonarán las cuotas restantes de la hipoteca. Cuando contrates tu seguro de vida hipotecario, tienes que asegurarte de que el banco sólo percibirá la cantidad restante que queda a pagar. De esta forma, tu familia y seres queridos serán los auténticos beneficiarios de tu seguro de vida.
4. Compara las ventajas fiscales y cómo afectan a las condiciones de la hipoteca
Además de la tranquilidad y seguridad que aporta el tener contratado un seguro de vida, hay otras ventajas materiales de las que te puedes beneficiar. Fiscalmente, pagarás menos impuestos si contratas un seguro de vida, pudiendo reducir la cuota hipotecaria hasta en un 14%. El banco aplicará un diferencial mejor a tu préstamos si cuentas con un seguro de vida. Para asegurarte de que consigues las mejores condiciones, compara los seguros y observa cómo afectan a las condiciones de tu hipoteca.
5. Baraja la posibilidad de contratar otros seguros
¿Ya tienes contratado algún otro tipo de seguro? Cuando combinas todos tus seguros con una sola compañía, la cuota final es más rentable. Si ya cuentas con algún otro seguro, como de coche o de salud, plantéate ampliar tu cobertura o comparar las cuotas en otras compañías incluyéndolos todos.
6. Compara, compara y compara
Los bancos suelen ofrecer un seguro de vida por defecto con la contratación de una hipoteca. El seguro que se incluya con tu hipoteca puede no ser el adecuado para ti, ya que la única razón por la que se vincula son las comisiones que se lleva el banco por ofrecerlo.
Te recomendamos que antes de contratar tu seguro de vida compares tú mismo los distintos seguros que hay en el mercado. Las diferentes opciones son muy numerosas y te puedes beneficiar enormemente si lo escoges tú mismo. Usar un comparador de seguros te ayudará en esta tarea. Nunca firmes nada sin haber leído la letra pequeña o sin estar convencido de las condiciones.